La señora reside en el referido sector desde hace 28 años, sin embargo no ha podido realizar su sueño de construir su casa.
Con un salario de 5,500 pesos mensuales, tiene que hacer malabares para su sustento y el de su esposo, quien está incapacitado desde hace años con prótesis en ambas piernas.
A pesar de las precariedades y vicisitudes que pasa a diario, la mujer de 58 años, anhela poder dormir tranquila, sin miedo a las lluvias, a recibir visitas o cualquier eventualidad de la naturaleza.
“Deseo invitar a alguien a la casa, invitarlo a beber un cafecito o comer, pero las condiciones me limitan; me da vergüenza pasarlos para acá. Esto está en una condición que estamos aquí porque no tenemos más nada”, señaló la señora.
La vivienda de Mercedes de la Rosa no tiene ventanas, el baño está destruido y la tubería no funciona.
“Yo anhelo poner un comedorcito en mi sala. Si seguimos con el baño así, crearemos una bacteria…cuando vienen personas a mi casa yo no puedo invitarlos a entrar al baño, por eso vivo siempre con la puerta cerrada por las condiciones de la casa”, explicó.
Bélgica sueña también con poder trapear, como es común en todas las viviendas, pero les es imposible, puesto que el piso es de tierra. También le preocupa la plaga de ratones con la que lidia a diario.
La señora cuenta que hace tres años, el Instituto Nacional de la Vivienda (Invi) se comprometió a construírsela, asunto que no se realizó.
La mujer solicita ayuda del Gobierno o de cualquier persona que quiera contribuir.
Para contacto: 809-215-4674 y/o 809-305-0970.
Fuente: elCaribe
0 comentarios:
Publicar un comentario