Santo Domingo, 17 septiembre 2019.- Vehículos pesados cargados de materiales de construcción y otras mercancías, carreteras y puentes totalmente deteriorados, contaminación sónica y ambiental, así como cañadas convertidas en vertederos, son amenazas permanentes para quienes viven en Manoguayabo, en este municipio.
Las carreteras Los Beisbolistas, Cordillera y la que conduce hasta Quita Sueño de Haina se encuentran en total deterioro, lo mismo que ocurre con tres puentes, incluido el que está sobre el río Haina, convertido en un gran peligro público.
El sacerdote Héctor Bienvenido Cabral Quezada, vicario de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, señala que urge la intervención del Ministerio de Obras Públicas en los puentes sobre la cañada Guzmán, que conduce hacia Hato Nuevo; y el que existe sobre la carretera Cordillera, que sale a la altura del kilómetro 14 de la autopista Duarte.
Precisa que esto, sumado al mal estado de las vías, pone en peligro la vida de miles de personas obligadas a tomar las vías para salir y entrar a la comunidad, pero sobre todo de los enfermos por el “sanguluteo” de las ambulancias.
Cabral Quezada atribuye el mal estado de estas estructuras al constante tránsito de los vehículos pesados de todos los calibres que entran a la zona huyendo al pago de peajes en la carretera Sánchez y ahora en la Circunvalación de Santo Domingo.
Contaminación. Condena el alto grado de contaminación que producen estos vehículos, tanto por monóxido de carbono como toque de bocinas y el polvo que levantan, que mantienen hastiada a la comunidad.
A esto agrega la contaminación por ruido que proviene de la música que colocan los colmadones y drinks, muy de moda en la zona, sin que las autoridades municipales y policiales intervengan.
20 años de lucha. El periodista Juan Terrero, residente en la zona, suma a estos problemas la falta de un centro de salud que responda a las necesidades de la comunidad, ya que el que existe hace tiempo se convirtió en un “chiquero”.
En cuanto a las carreteras y puentes indica que ha sido una lucha de más de 20 años y dijo que en estos momentos si se encuentran dos camiones en cualquiera de los puentes, uno debe detenerse para que el otro cruce no solo por la estrechez sino por el deterioro. Teme que en cualquier momento suceda una desgracia y entonces las autoridades acudan a reconstruir puentes y carreteras.
Expone que las vibraciones, el humo que expiden y el toque de las bocinas se ha convertido en pesadilla para la comunidad, a lo que se suma el peligro para cientos de estudiantes que cruzan la carretera todos los días para ir a las escuelas y colegios. Dice, incluso, que algunos han quedado atrapados entre las ruedas de estas maquinarias.
La resolución. Esta situación dio al traste con la resolución 011-03, emitida por el Concejo de Regidores del Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste (ASDO) en el 2003, que prohíbe el tránsito de camiones de seis metros cúbicos en adelante o más de ocho toneladas, desde la avenida 27 de Febrero hasta Quita Sueño, lo que indica que el problema viene de lejos.
La misma resolución también prohíbe el estacionamiento de vehículos del lado izquierdo de la prolongación 27 de Febrero hasta la avenida Cordillera, próximo a Operaciones Especiales de la Policía Nacional, debido a la estrechez de la vía.
Una simple mirada entre las avenidas 27 de Febrero y Beisbolistas es suficiente para observar la cantidad de camiones que entran y salen por esta última vía, rodeadas de centros educativos y sectores poblados.
Además del taponamiento en la carretera hay poco espacio para caminar, debido a que tampoco se respetan las aceras.
Fuente: Hoy
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